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Requesón de leche de cabra |
Entre los alimentos de la categoría de los lácteos y derivados de la leche que tenemos disponibles entre los alimentos en nuestra tienda o supermercado habitual, se encuentra el requesón.
Este alimento, pertenece al grupo de los quesos.
A continuación puedes ver información sobre las características nutricionales, propiedades y beneficios que aporta el requesón a tu organismo, así como la cantidad de cada uno de sus principales nutrientes.
Entre las propiedades nutricionales del requesón cabe destacar que tiene los siguientes nutrientes: 95 mg. de calcio, 0 g. de fibra, 88 mg. de potasio, 101,10 kcal. de calorías.
El requesón se obtiene al hacer cuajar la leche por acción del fermento lab a suave temperatura, con lo cual se coagula la caseína y se separa del suero de leche (agua y lactosa).
Abandonado a sí mismo, el requesón se acidifica porque el suero que se halla impregnado da lugar a la formación de ácido láctico a expensas de la lactosa. Puede pararse esta fermentación por dos procedimientos:
a) espolvoreándolo de un cultivo microbiano que vive a expensas del ácido láctico, lo destruye e interrumpe la fermentación ácida.
b) cociendo el requesón, introduciéndolo en una bolsa de tela y sometiéndolo a fuerte presión mediante la torsión de ésta, con lo cual se expulsa el suero y se impide toda posibilidad de fermentación.
En ambos casos, el resultado es un producto muy parecido al llamado queso fresco, como el de Burgos, que ha de ser consumido en 48 horas, pues pasado este tiempo se echa a perder. Al queso blando o fresco así obtenido se le puede adicionar crema de leche, con lo que se obtienen quesos de diversa variedad, según su contenido en grasa, que suele variar entre el 45 % y el 75 %. Esta última, conocido por petít-suis, particularmente rico en vitamina A, es muy recomendable para los bebés, a partir del destete. Cuando la cantidad de crema añadida hace sobrepasar su contenido en grasa del 75 %, el producto resulta indigesto y es desaconsejaba.
Efectos sobre el organismo
El requesón, como el queso, es un notable alimento proteico muy completo. Salvo la lactosa, contiene los mismos elementos que la leche: proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales, sobre todo calcio y fósforo, en cantidades importantes.
Es un alimento ideal para el crecimiento, la convalecencia y el embarazo. Gracias a su alto contenido en calcio, el requesón activa la osificación. Por sus vitaminas favorece la renovación de los tejidos orgánicos.
Una de sus notables propiedades es la de neutralizar la acidez gástrica. Como es sabido, la mucosa del estómago secreta normalmente un ácido libre, el ácido clorhídrico, que condiciona el ataque de los alimentos cárnicos por la pepsina. En muchas personas, esta secreción es demasiado abundante; la hiperacidez ocasiona entonces ardores, las paredes del estómago se contraen dolorosamente a los efectos de esta agresión interna y pueden llegar a producirse ulceraciones secundarias. Pues bien, en estos casos, el requesón actúa como una verdadera esponja absorbiendo todo el exceso de ácido.
Por otra parte, hay que saber que los antibióticos modernos tienden desgraciadamente a destruir los microbios benéficos del medio intestinal. El requesón facilita la repoblación de tales bacterias útiles. De modo que si en el transcurso de enfermedades infecciosas el paciente es sometido al tratamiento mediante antibióticos, es muy conveniente incluir requesón o yoghourt en su alimentación.
Quiénes deben comerlo
El requesón es bien tolerado por toda clase de personas, incluso las que no soportan la leche, pudiéndose tomar cualquiera que sea la edad.
Es particularmente aconsejable a los niños y adolescentes por su elevado contenido en calcio y vitaminas favorables al crecimiento. A los intelectuales, en caso de grandes esfuerzos psíquicos, y a los fatigados, en razón a su alto contenido en fósforo. A los diabéticos, por no contener azúcares. A las mujeres embarazadas y a las que lactan, así como a los trabajadores de fuerza y a los deportistas, por su riqueza en proteínas. A los enfermos de estómago sensible, por ser un alimento protector de este órgano, recomendable incluso en caso de úlcera. A los anémicos y a los tuberculosos, enfermos que suelen padecer carencia de calcio.
Quiénes NO deben comerlo
No conviene a los colíticos, urémicos, albuminúricos y hepáticos. Lo pueden tomar, con moderación, los obesos, los hipertensos y los que padecen enfermedades renales.
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