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Tomates y pimientos |
Indispensables en un huerto, el tomate y el pimiento llenan de color nuestro campo y nuestra mesa, sirviéndose muchas veces juntos. Y es que ambos comparten unas propiedades que, al unirse, se potencian.
Lo primero que nos llama la atención es su pronunciado color de un rojo vivo. El responsable, tanto en el tomate como en el pimiento, es el Licopeno. Este caroteno, que al entrar al organismo no se transforma en vitamina A, ejerce una importante función como antioxidante y anticancerígeno, protegiendo frente a los problemas cardíacos y ayudando a prevenir el cáncer de próstata.
Ambos vegetales son ricos en vitaminas y minerales: el tomate destaca por su contenido en vitaminas B, C y A, y el pimiento posee un alto contenido en vitamina C, B6, E y vitaminas del grupo B2.
El pimiento sobre todo, se encuentra repleto de betacarotenos, que al entrar en el organismo se transforman en vitamina A. La suma de todas estas vitaminas y betacarotenos, es ideal para prevenir la aparición de enfermedades degenerativas y crónicas, como el cáncer, hemorragias cerebrales, cataratas y problemas cardíacos.
Fósforo, Magnesio y Calcio son algunos de los minerales presentes en el tomate, destacando por encima de todos el Potasio. Sin embargo, aun siendo rico en minerales, es bajo en Sodio, lo que lo hace especialmente indicado para las personas hipertensas.
El tomate ayuda a la digestión, ya que es en un 94% agua, y contiene sales orgánicas ácidas, malatos y citratos. Pero ¡ojo! porque para las personas con cálculos renales estos componentes no son nada recomendables.
Pimiento y tomate son alimentos con pocas calorías y grasas, ideales en dietas para bajar de peso.
Si los consumimos en crudo, lo ideal es no retirarles la piel, pues ahí es donde se encuentra la mayor cantidad de fibra, también beneficiosa en una dieta de control de peso.
Podemos consumirlos tanto cocinados como crudos, en salsas, ensaladas, conservas, sopas frías...
Puedes descubrir recetas variadas con tomate y pimientos en nuestro blog, tanto para los productos frescos como en conserva o deshidratados (mezcla de
tomate deshidratado).
Cuídate de forma natural y sin renunciar al sabor, con las recomendaciones de
Tesanas.